miércoles, 15 de julio de 2015

Algunas palabras sobre "Cien años de Soledad."















"Sobre Cien años de Soledad"



   En general, respecto de la narrativa latinoamericana publicada a partir de 1930, y en particular a la obra de García Márquez, “es posible comprobar que la función básica de esta narrativa incide en lo que se puede llamar la recuperación de lo Humano. Para este efecto las más grandes novelas del último tiempo acometen la empresa, casi imposible, de representar todas las esferas de la realidad. Una realidad iluminada u oscurecida por la razón y la magia, por la intuición espontánea y el ejercicio de la ciencia, por el sentimiento y la ideología, por el azar y el cálculo.

    El mundo de esta narrativa no se limita a los niveles de lo aparente, la normalidad, lo razonable y creíble o lo empíricamente confiable. Por el contrario, la representación se amplía a las otras esferas igualmente legítimas de la realidad humana, a lo patológico, el absurdo, la magia, el instinto, los arquetipos del inconsciente (…)

   Por este camino un amplio sector de la novela hispanoamericana se encuentra con el mito. 

El mito se presenta como un instrumento eficaz para dar perfección, sentido y concreción al caos y encarnar  la visión, a menudo brutal y trágica, de un mundo que se desmorona sin remedio.

    Es así como por la vía de la paradoja, la literatura y el mito cumplen una función prometeica. Porque en ese representar descarnado y cruel (en que lo natural resulta preñado de una fuerza prenatural), la literatura parece proponerle a Hispanoamérica la necesidad de asumir su vocación histórica en el reconocimiento de su propia degradación  

    Este descubrir la realidad latinoamericana a través de la escritura, tiene antecedentes en el proceso de conquista de América por los europeos, quienes desde su perspectiva, relatan lo que ven en este nuevo mundo. Mundo lleno de hechos y situaciones inverosímiles, solamente explicables a través del mito. “Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen. 

    Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonio más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos.  Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros, y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. 

    Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana encargada de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro”  y es la afirmación de esta realidad la que sustenta toda una literatura que procura encontrar en sus propias raíces los elementos que le permiten construirse un presente y un futuro. El mismo García Márquez lo dice en el discurso ya citado: Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.

    Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios.(…)  

    “Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.” 


domingo, 15 de julio de 2012

Una pequeña reflexión: ¿Por qué la educación no ha logrado satisfacer las necesidades de los chilenos vulnerables, si los gobiernos de estos últimos veinte años, han tenido como principal propuesta una mejora en la educación?


Desconfianza hacia la política
            Es sabido que uno de los principales derechos de la ciudadanía es su capacidad de decidir cómo establecer las relaciones entre las personas, cómo levantar su país, dependiendo de sus necesidades y objetivos en común, en palabras de Salazar (2009) la principal tarea de la ciudadanía es “construir, informada, deliberada y colectivamente el Estado y el orden social que a ella le parezca más conveniente”. Al intentar reconocer la aplicación de este derecho y deber de la ciudadanía en la historia política de Chile, nos damos cuenta que ha sido continuamente vulnerado por los regímenes autoritarios en las constituciones de 1833, 1925 y 1980 donde esta última  rige en nuestro país en actualmente.

            Por lo anterior, consideramos que las decisiones políticas implementadas en Chile, por parte de una elite conservadora de una tendencia católica fuerte, son una de las principales razones por las cuales se generan los primeros síntomas de desconfianza por parte de la ciudadanía, cómo no desconfiar de un proyecto político modernizador que fue decidido por una parte minoritaria de la sociedad chilena, donde la clase dirigente “comprendió visceralmente que todo saber constituía una forma de poder” Stuven (1997) y que concibió a la educación como un mecanismo de conservación del poder y como una herramienta que le permitiría seguir reproduciendo la estructura social favorable a sus intereses políticos. Se pasó a llevar las redes de relaciones colectivas de carácter contractual y se dio paso a un sistema político impositivo, donde los ciudadanos se sienten ajenos a los objetivos y proyectos que la política chilena ha implementado. Lo anterior deja al descubierto que los chilenos somos participes de un Estado democrático de nombre, pero que de facto está muy lejos de serlo, al excluir de la participación política a la mayoría de los individuos, al asumir proyectos que son pensados entre cuatro paredes, donde “las decisiones importantes suelen ser tomadas en la penumbra de las redes y comisiones ad hoc, mientras que el Congreso se limita a ratificar los acuerdos” Lechner (1998). Son este tipo de hechos que brindan desprotección al individuo, con ello se produce un déficit de la seguridad de la política y la desconfianza por parte de la ciudadanía, como señala Lechner (1998) “la política democrática no ha sabido investir el orden colectivo de ese halo protector indispensable para que los ciudadanos se sientan partícipes de una comunidad real y efectiva”.

            Sintetizando, la mayoría de los chilenos consideramos que el sistema político actual y su conjunto de decisiones son ajenas a nosotros, y que en realidad, representan el proyecto de un grupo reducido de personas que tienen como principal meta lograr un progreso mal entendido, que solamente se percibe en términos económicos, en la disponibilidad de los bienes y servicios, pero que en realidad un reducido número de personas pueden acceder a ellos, dependiendo de su éxito económico. En otras palabras, las personas tienen mayor preocupación por el éxito individual, enfocándose mucho más en lo privado, dejando de lado la esfera pública y el bien común.

            Esta desconfianza y sensación de inseguridad no solamente se percibe en la política del país, sino que es también comprobable en las implementaciones de las políticas educacionales en Chile, donde toda decisión y posterior anuncio genera suspicacias y dudas por parte de la ciudadanía. Basta revisar las críticas realizadas a la Reforma Educacional implementada en el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, los mecanismo de ingreso a la universidad, Evaluación docente, y la última Ley de Subvención Escolar Preferencial, aplicada por los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, en todas estas la ciudadanía intenta descifrar la “letra chica” o descubrir quienes tienen intereses creados detrás de estos proyectos que han sido anunciados con bombos y platillos. Mientras se siga realizando la política fuera de las instituciones, y su actividad sea solo marketing, mientras la educación no sea una herramienta para cumplir con los objetivos consensuados por la ciudadanía, ninguna política educacional podrá ser eficaz a la hora de promover o generar la movilidad social, puesto que los actores y participes del sistema la seguirán viendo ajena y no harán de la educación parte de su vida.

            La educación y sus fines deben ser consensuados por la ciudadanía, según sus necesidades y privilegiando el bien común por sobre los logros individuales.

Desconfianza entre las personas
            Como se expuso anteriormente, debido a diversas decisiones políticas que afectaron al país, se produjo en los ciudadanos un desapego y falta de credibilidad hacia la política del país. Paralelamente, el desarrollo económico y las políticas de mercado generaron de sobremanera el interés por el éxito individual y el miedo al fracaso. Todo lo anterior se tradujo en una desconfianza que no solamente se evidencia en el plano político sino que también en lo educacional. Por otro lado, los principales responsables de la educación son personas con características culturales que definirán en parte la forma en que asumirán los roles dentro de una comunidad educativa y la manera en que se relacionarán con el otro. Si consideramos que la mayoría de la población profesa la religión católica podríamos entender en parte el porqué  existe mayor desconfianza dentro de las comunidades educacionales de sectores vulnerables, ya que “para el católico la fe se dirige a un Dios cercano que actualiza constantemente su presencia en el mundo. La extrañeza del Dios protestante parece favorecer relaciones de confianza entre desconocidos…mientras que la cercanía y familiaridad del Dios de los católicos parecen contener el despliegue de estas relaciones…” Valenzuela y Cousiño (2000), con esto afirmamos que los profesores y alumnos de las escuelas de sectores populares no se sienten seguros con la educación que reciben e imparten estos establecimientos, ya que tener confianza en la educación actual es un acto de fe, similar a la relación que se establece con Dios en la religión católica. Lo anterior trae como consecuencia que si no se les entrega a las escuelas de sectores populares pruebas concretas de que la educación es efectiva y realmente una herramienta de movilidad social, ninguna política educativa será capaz de cumplir con este cometido. Si los profesores de escuelas vulnerables siguen desconfiando de la educación que entregan a sus alumnos, y reemplazan su rol profesional por uno paternalista, se cumplirá la profecía auto cumplida del fracaso, de la misma manera, si los estudiantes no creen en la educación que entregan sus profesores y rechazan la cultura del esfuerzo, tampoco lograrán el gran objetivo de la educación.

Concluyendo, tanto los docentes como los alumnos de las escuelas de sectores populares presentan un alto índice de desconfianza en la educación, siendo esto último un factor importante para determinar el fracaso de toda política educacional implementada hasta ahora en los gobiernos de estos últimos veinte años. Siendo los estudiantes quienes ven en el trabajo y su retribución económica baja, pero concreta, una opción donde depositar sus esperanzas en detrimento de las opciones que entrega un sistema educacional profesionalizante que desconocen y que les es muy lejano, abstracto e incluso inalcanzable.

Conclusión
            A través de este ensayo, hemos tratado de responder a la pregunta del porqué las políticas educativas han sido ineficaces en estos últimos veinte años en las escuelas de sectores populares, considerando que la falta de confianza por parte de la ciudadanía es un factor importante  y que es la consecuencia de procesos históricos que ha vivido el país, determinando entonces que la falta de una constitución democrática que emane de las necesidades y objetivos de la ciudadanía, produce una sensación de desapego e incluso desconocimiento de los objetivos de la política y la Educación en Chile, por parte de los individuos, siendo estos últimos unos verdaderos turistas dentro de su propio país en cuanto al proyecto modernizador implementado en Chile.  En segundo lugar, creemos que otro elemento trascendental es que la educación debe surgir de la reflexión y de las decisiones democráticas de la ciudadanía, privilegiando el bien común por sobre los triunfos individuales, siendo esto último una acción importante que podría reducir en parte la segregación de los sectores populares en educación.

Entonces, pensamos que las políticas educativas han sido ineficaces en los sectores vulnerables, debido a que existe desconfianza por parte de los jóvenes ciudadanos que se educan en las escuelas de los sectores populares, al creer que no son capaces de esforzarse y surgir. La creencia popular lleva a que las políticas apunten a bajar la exigencia en detrimento de una cultura del esfuerzo.

En conclusión, la inseguridad de los individuos dentro de la sociedad chilena produce desconfianza tanto en la políticas gubernamentales como en las educacionales del país, trayendo como consecuencia final que en las escuelas de sectores populares no crean ni en los políticos, ni en los profesores y menos en la educación como un camino hacia le éxito. 
           








Bibliografía

-          STUVEN,  Ana María. Una aproximación a la cultura política de la elite chilena: concepto y valoración del orden social. Estudios público, otoño 1997
-          SALAZAR, Gabriel. Cuando la ciudadanía construyó el Estado.
-      EYZAGUIRRE, Bárbara. Claves para la educación en pobreza. Estudios públicos, verano 2004.
-      VALENZUELA, E. y COUSIÑO, C. Sociabilidad y Asociatividad. Un ensayo de sociología comparada. Estudios públicos, 77, verano 2000.
-       LECHNER, Norbert. Modernización y democratización. Un dilema del desarrollo chileno. Estudios públicos, 70, otoño 1998.






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Dejo un video que puede ser de interés: http://www.youtube.com/watch?v=AZ3JmuaUrxs&feature=share

domingo, 26 de febrero de 2012

El Ensayo


INSTITUTO NACIONAL “JOSÉ MIGUEL CARRERA”
LENGUAJE Y COMUNICACÓN
Profesor Ramón Moraga


         Existen diversas acepciones de la palabra “ensayo", todas las cuales coinciden en un elemento común, que es significar prueba, experimento, sondeo, tentativa, tanteo; es decir, búsqueda de algo.

         Escogeremos la definición del Webster New Internacional Dictionary: “Composición literaria de naturaleza analítica o interpretativa que tata un asunto desde un enfoque más o menos limitado o personal, y admite una considerable libertad de estilo y método. Si bien los ensayos usualmente son bastante breves como para leerlos de un solo tirón, el vocablo también se aplica a obras sistemáticas que encaran sus respectivos asuntos en una serie de subdivisiones. En general, el ensayo se diferencia del “tratado” o de la “disertación” por el hecho de que es menos sistemático y formal; de la “tesis”, porque no se circunscribe a un argumento formal; de la “historia” o “biografía”, porque encara el asunto en un solo aspecto más bien que en su alcance total.”

         Entonces, podemos concluir en que el ensayo no admite una definición precisa, sino más bien una descripción de sus caracteres predominantes: la brevedad, el empleo de la prosa y la naturaleza informal de la exposición. El ensayo carece de una forma expresiva exclusiva, inclusive suele utilizar procedimientos característicos de otros géneros literarios: - procedimientos de connotación, propios del lenguaje expresivo, - procedimientos dramáticos, como el monólogo o el diálogo, - procedimientos narrativos, tales como la creación de personajes arquetípicos.

         El ensayo admite una gran diversidad de estilos y, aunque pueda enriquecerse con recursos imaginativos, no son éstos los recursos predominantes, pues, como su objetivo es convencernos de la validez de sus argumentos, predominan las ideas, abarcando una temática ilimitada.

         Podemos distinguir básicamente dos tipos de ensayos:
a. Aquellos de texto formal, objetivo y de preocupación intelectual: Tratados, monografías, biografías, ensayos históricos, ensayos críticos, exposiciones científicas, editoriales periodísticas y reseñas de libros.

b. Aquellos de actitud informal, subjetiva y de interés imaginativo: bocetos y ensayos familiares, escritos impresionistas, presentación de tipos y caracteres y artículos periodísticos.

Ejemplo:


Ensayo de discusión y argumentación
          
“Sobre la naturaleza de la literatura argentina”

         Los europeos cometen a menudo la ingenuidad de pedirnos color local, y de creer que nuestra pintura o nuestra literatura no tiene “carácter”, ese carácter que en cambio encuentran en la pintura mexicana o en la novela del indio ecuatoriano.

         Es fácil lo representativo en el Ecuador, pero es infinitamente arduo en la Argentina. Nuestro hombre es de contornos indecisos, complejos, variables, caóticos. Esto es como un campamento en medio de un cataclismo universal. Se necesitarán muchas novelas y muchos escritores para dar un cuadro completo y profundo de esta realidad enmarañada y contradictoria: la oligarquía en decadencia, el gaucho pretérito, el gring que ascendió, el inmigrante fracasado o pobre, el hijo o el nieto de ese inmigrante, el habitante cosmopolita de Buenos Aires (indiferente y apátrida, el hombre que vive aquí como se vive en un hotel). Y todos los sentimientos cruzados y los mutuos resentimientos.

         Y acaso l problema sicológico y espiritualmente más complejo es el descendiente de extranjeros, extraña criatura cuya gente viene de Génova o de Toledo, pero cuya vida ha transcurrido en las pampas argentinas o en las calles de esta ciudad babilónica. ¿Cuál es la patria de esta criatura’ ¿Cuál es mi patria? Crecimos bebiendo la nostalgia europea de nuestros padres, oyendo de la tierra lejana, de sus mitos y cuentos, viendo casi sus montañas y sus mares. Lágrimas de emoción nos ha caído cuando por primera vez vimos las piedras de Florencia y el azul del Mediterráneo, sientiendo de pronto que centenares de años y oscuros antepasados latían misteriosamente en el fondo de nuestras almas. Pero también, en momentos de soledad en aquellas ciudades, sentimos que nuestra tierra era ésta, estaba acá en la pampa y en el vasto río, pues la patria no es sino la infancia, algunos recuerdos de la adolescencia, un árbol o un barrio, una insignificante calle, un viejo tango en un organito, el silbato de una locomotora de manicero en una tarde de invierno, el olor (el recuerdo del olor) de nuestro viejo motor en el molino, un juego de barriletes. ¿Y cómo esta novela puede ser simple o nítida folklórica o pintoresca?

viernes, 15 de julio de 2011

TERCERO MEDIO: Técnicas de discusión

INSTITUTO NACIONAL "JOSÉ MIGUEL CARRERA"
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
TERCERO MEDIO
Profesor Ramón Eduardo Moraga


Técnicas de discusión

            Corresponde  a los distintos modos de intercambiar opiniones o información oralmente y cuya organización dependerá del grado de planificación que se le quiera brindar, y también de otros factores, como el número de participantes, el tema, etc. De este modo nos encontramos frente a una variedad de posibilidades para intercambiar información y puntos de vista.

El coordinador o moderador
            La mayoría de estas formas de comunicación oral se desarrollan bajo la dirección de un coordinador o moderador, cuyo rol a lo largo estas discusiones puede resumirse en las siguientes funciones.

-       Inicia el acto, presenta a los participantes o expositores.
-       Formula el tema y los objetivos.
-       Explica el procedimiento a seguir durante la sesión.
-       Ordena la discusión.
-       Controla el tiempo de discusión y el de las intervenciones de los participantes.
-       Coordina tareas. (seminario)
-       Registra las ideas esenciales.
-       Canaliza las preguntas del auditorio cuando corresponde.
-       Al final de la sesión, sintetiza la idea y concluye.

Formas de comunicación de carácter informal
Sin


Coordinador
Tipo de comunicación oral informal
Definición
Características
Charla
Reunión de un grupo pequeño de personas donde un expositor entrega la información y dialoga con el resto
Tono de conversación.
Los participantes pueden interrumpir para preguntar.
El expositor puede preguntar a los participantes.
Coloquio
Discusión entre un número indeterminado de participantes.
Es espontánea.
Cada participante expresa libremente sus opiniones.







Con

coordinador
Discusión
Intercambio frente a frente entre personas para discutir un tema, resolver un problema o tomar una decisión
Tono de conversación.
La discusión debe ser cordial y cooperativa.
Foro
Grupo que discute un tema o problema
Libre expresión de ideas
La Pecera
No puede ser clasificada por medio del criterio de presencia o ausencia del auditorio. Ésta es un tipo de técnica, que puede emplearse con grupos pequeños o medianos.
Simple y dinámica de diálogo y discusión grupal.
Es una técnica mixta.
Hay público, pero también pasa a ser grupo opinante.
Philips 66 ( 6 personas que discuten un tema en 6 minutos)
Se divide un grupo numeroso en otros más pequeños con el fin de facilitar la discusión.
Hay un coordinador general y uno en cada grupo.
Cada grupo presenta una síntesis a los demás grupos.

Formas de discusión de carácter formal

Sin coordinador
Tipo de discusión oral formal
Definición
Características
Conferencia
Reunión de personas que escuchan frente a frente la información que un experto proporciona
El expositor puede hacer uso de ayudas audiovisuales.
No debe sobrepasar 1 hora ni ser menor de 20 minutos.
Al final, los oyentes pueden expresarse.

Con coordinador
Mesa redonda
Exposición de diversos puntos de vista sobre un tema por parte de varios especialistas.
Generalmente el número de especialistas es de 3 a 6.
No necesariamente el tema tiene que ser controversial.
Al final el auditorio puede preguntar.
Panel
Pequeño grupo de expertos dialoga con la audiencia sobre un tema.
Se puede generar una controversia.
Seminario
Grupo investiga y estudia intensivamente sobre un tema
Se trabaja durante varios días.
Se subdividen en grupos.
Se planifican las tareas de cada grupo.
Cada grupo designa un director que coordina las tareas.

domingo, 19 de junio de 2011

CUARTO MEDIO: Generación del 98, actitud espiritual.

INSTITUTO NACIONAL "JOSÉ MIGUE CARRERA"
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
Profesor Ramón Eduardo Moraga




Generación del 98: Actitud espiritual de los escritores de la generación.

            Los rasgos que caracterizan a esta actitud son:

a.-        El pesimismo. Este es un sentimiento que, de algún modo, revela la influencia del filósofo Artur Schopenhauer, uno de los epígonos del romanticismo, cuyas ideas dominaban entre los jóvenes europeos de fin de siglo. Para este filósofo, el mundo de los objetos está entregado a la interpretación individual. De ahí el natural desengaño cuando el sujeto trata de hacer realidad sus imágenes idealistas. La dialéctica se produce entre la representación imaginaria del mundo y el cosmos real. El ideal en sí no es un engaño; lo falso radica en la voluntad de hacerlo efectivo. Esto lleva a la duda, al pesimismo e incluso al escepticismo.

            Tales planteamientos interpretan los sentimientos de los jóvenes del 98 ante la realidad española de su época. Les duele la visión que se ofrece ante sus ojos y como nuevos románticos les invade el pesimismo. Pío Baroja, por ejemplo, recuerda con matices sombríos su ciudad natal, San Sebastián, donde no interesan la ciencia, el arte, la literatura, la historia ni nada. Por su parte, Antonio Machado presiente “un mañana vacío”. Incluso, la incertidumbre lo invade, no sólo ante el destino de España, sino frente a su propia existencia errabunda y desconectada:

“Como perro olvidado que no tiene
Huella ni olfato y yerra
Por los caminos, sin camino…

Así voy yo, borracho, melancólico,
Guitarrista lunático, poeta,
Y pobre hombre en sueños,
Siempre buscando a Dios entre la niebla”

            Azorín, a su vez, confronta el pasado esplendor de los pueblos españoles con el presente deshabitado y polvoriento.

b.-        Individualismo. El dinamismo de la existencia lleva a los escritores del 98 a no estatizarse en un sentimiento pesimista o de fracaso o de evasión ante la vida, sino que se esfuerzan por dominar la melancolía y superar la visión negativa mediante la elaboración poética de España. Entonces, prescinden del ambiente opresivo externo, de las ideas tradicionales caducas y forjan, desde muy dentro de sí, un ideal de vida y una imagen de patria altamente personales. El choque con la realidad circundante no solamente lleva a la crítica de España. Más importante aún, origina una nueva imagen de mundo. Desde esta perspectiva, el individuo en su relación subjetiva con la existencia adquiere una connotación especial. La realidad deja de ser una realidad externa al hombre para transformarse en una proyección personal que éste actualiza según su propia actitud espiritual.

c.-        El sentimiento de vitalidad. La exaltación de la individualidad trae como consecuencia el predominio de lo subjetivo por sobre lo objetivo: el yo auténtico sobre el mundo externo, el sentimiento personal por sobre la fría lógica, la sinceridad natural sobre los convencionalismos. Es decir, se exalta la sensación de vida sobre todo esquema racional. Ahora bien, esta nueva faceta sicológica se contrapone con el rasgo de pesimismo. La razón de ello: son los hombres que viven en la contradicción de la vida, en una lucha constante entre ser y no ser. De este modo, sienten que la existencia trasciende cualquier molde lógico que pretenda aprisionarla en sus límites establecidos. Convencimiento que se traduce en una valoración de aspectos no racionales del hombre: la pasión, sensibilidad, la emoción, instinto, la intuición, el misterio de la poesía, lo inefable de las vivencias.

            La posición subjetiva y sentimental de la existencia fue favorecida por las ideas de Nietzsche según las cuales el hombre podía superar lo límites del mundo mediante la libre expresión de su propio yo; es decir, mediante la expansión de la energía interior hacia el exterior. Exagerando la influencia de las ideas de Nietzsche, se lo ha considerado como el guía ideológico que atrae y señala el camino.

d.-        El idealismo exagerado. Así denomina Azorín la actitud espiritual de los escritores del 98 ante el positivismo del periodo anterior. Frente a un concepto pragmático y materialista del arte y la vida, oponen el mundo de los ideales –religiosos, morales, patrióticos- forjados por el espíritu del hombre. Atrás queda la atracción por la ciencia empírica y las realidades concretas; ahora es por la poesía, el misterio de la vida y no inefable en el arte.


sábado, 18 de junio de 2011

SÉPTIMO BÁSICO: La Columna

LICEO Nº1 “JAVIERA CARRERA”
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
Profesor Ramón Eduardo Moraga

La columna o artículo de opinión

La columna o artículo de opinión es un texto que expresa el punto de vista de una sola persona, por lo cual lleva su firma, a diferencia del editorial. En algunos casos puede, incluso, diferir de la postura institucional y oficial del diario. Los temas abordados son ampliamente variados.

La columna aparece en el medio de prensa con una periodicidad fija y un máximo de palabras asignadas. Generalmente este escrito se encuentra en diferentes secciones del diario correspondiendo al tema que se aborde.

El columnista suele ser un periodista del medio o un escritor de renombre que mediante sus opiniones periódicas genera credibilidad y simpatía entre sus lectores. El estilo empleado en la redacción es muy personal y, en general, ofrece una perspectiva particular sobre le hecho noticioso o de actualidad que aborda.

Normalmente se coloca una fotografía o dibujo para identificar al autor de la columna.

En otras ocasiones el medio solicita a un especialista en una materia en particular para que escriba su opinión sobre dicha materia. De este modo, en las diferentes secciones del diario podemos encontrar puntos de vistas de variados expertos (deporte, salud, educación, energía, economía, arte, tecnología, etc.). La identificación con nombre, cargo y foto son imprescindibles.

SÉPTIMO BÁSICO: La Crónica

LICEO Nº1 “JAVIERA CARRERA” 
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
SÉPTIMO BASICO
Profesor Ramón Eduardo Moraga

La Crónica

            Es un género periodístico informativo. Su nombre proviene del griego cronos, tiempo. Por lo tanto, la crónica periodística se trata, generalmente, de la narración de un hecho noticioso actual.

            También es considerado como un género híbrido, ya que puede mezclar información e interpretación. De todas maneras es clasificado como un género informativo porque es su principal finalidad.

            La crónica, desde la tradición periodística anglosajona, se entiende como el relato de un hecho en forma desapasionada y objetiva. Sin embargo, también existe la crónica interpretativa, que constituye la narración de un hecho noticioso desde un punto de vista más personal, donde el periodista incluye elementos de valoración e interpretación. Este tipo de crónica es habitual, por ejemplo, en la prensa española.

            Actualmente, muchos periódicos prefieren las noticias breves por sobre la crónica, especialmente, los diarios de distribución gratuita.

Características

- Diferentes formas de redacción: si bien la crónica trata de un hecho noticioso, tiene variantes en su redacción que la diferencian de la noticia propiamente tal. Una crónica es fundamentalmente un relato de un hecho que no debería estar ordenado de forma de pirámide invertida. Esto no quiere decir, sin embargo, que no respete el estilo periodístico (claridad, precisión, concisión), además de constituir un relato atractivo para los lectores del periódico.

- Variedad de estilo: el relato de la crónica no puede ser monótono o cansador para los lectores, por esta razón se recurre a diversos segmentos textuales para dar una variedad de estilo. Dichos segmentos son: diálogo directo a través de la incorporación de citas entre comillas, lo cual aporta veracidad, cercanía y segmentos descriptivos que sirven para atestiguar la presencia del periodista en el lugar de los hechos.

- Temática diversa: la crónica puede abordar diversos temas, es así como se conoce la crónica deportiva, policial, de sucesos diversos, de viajes, de sociedad, de eventos especiales o enviados especiales, etc. Los corresponsales que posee el diario en el extranjero o en provincias o regiones del país, envían regularmente crónicas al diario. Los enviados especiales, aquellos que son enviados por un medio de prensa para cubrir un suceso en algún lugar determinado, también dan cuenta de esos hechos en forma de crónica.