INSTITUTO NACIONAL “JOSÉ MIGUEL CARRERA”
LENGUAJE Y COMUNICACÓN
Profesor Ramón Moraga
Existen
diversas acepciones de la palabra “ensayo", todas las cuales coinciden en un
elemento común, que es significar prueba, experimento, sondeo, tentativa, tanteo;
es decir, búsqueda de algo.
Escogeremos
la definición del Webster New Internacional Dictionary: “Composición literaria
de naturaleza analítica o interpretativa que tata un asunto desde un enfoque
más o menos limitado o personal, y admite una considerable libertad de estilo y
método. Si bien los ensayos usualmente son bastante breves como para leerlos de
un solo tirón, el vocablo también se aplica a obras sistemáticas que encaran
sus respectivos asuntos en una serie de subdivisiones. En general, el ensayo se
diferencia del “tratado” o de la “disertación” por el hecho de que es menos
sistemático y formal; de la “tesis”, porque no se circunscribe a un argumento
formal; de la “historia” o “biografía”, porque encara el asunto en un solo aspecto
más bien que en su alcance total.”
Entonces,
podemos concluir en que el ensayo no admite una definición precisa, sino más
bien una descripción de sus caracteres predominantes: la brevedad, el empleo de
la prosa y la naturaleza informal de la exposición. El ensayo carece de una
forma expresiva exclusiva, inclusive suele utilizar procedimientos
característicos de otros géneros literarios: - procedimientos de connotación,
propios del lenguaje expresivo, - procedimientos dramáticos, como el monólogo o
el diálogo, - procedimientos narrativos, tales como la creación de personajes
arquetípicos.
El
ensayo admite una gran diversidad de estilos y, aunque pueda enriquecerse con
recursos imaginativos, no son éstos los recursos predominantes, pues, como su
objetivo es convencernos de la validez de sus argumentos, predominan las ideas,
abarcando una temática ilimitada.
Podemos
distinguir básicamente dos tipos de ensayos:
a. Aquellos de texto formal,
objetivo y de preocupación intelectual: Tratados, monografías, biografías,
ensayos históricos, ensayos críticos, exposiciones científicas, editoriales
periodísticas y reseñas de libros.
b. Aquellos
de actitud informal, subjetiva y de interés imaginativo: bocetos y ensayos
familiares, escritos impresionistas, presentación de tipos y caracteres y
artículos periodísticos.
Ejemplo:
Ejemplo:
Ensayo de discusión y argumentación
“Sobre la naturaleza de la literatura
argentina”
Los europeos
cometen a menudo la ingenuidad de pedirnos color local, y de creer que nuestra
pintura o nuestra literatura no tiene “carácter”, ese carácter que en cambio
encuentran en la pintura mexicana o en la novela del indio ecuatoriano.
Es fácil lo
representativo en el Ecuador, pero es infinitamente arduo en la Argentina.
Nuestro hombre es de contornos indecisos, complejos, variables, caóticos. Esto
es como un campamento en medio de un cataclismo universal. Se necesitarán
muchas novelas y muchos escritores para dar un cuadro completo y profundo de
esta realidad enmarañada y contradictoria: la oligarquía en decadencia, el
gaucho pretérito, el gring que ascendió, el inmigrante fracasado o pobre, el
hijo o el nieto de ese inmigrante, el habitante cosmopolita de Buenos Aires
(indiferente y apátrida, el hombre que vive aquí como se vive en un hotel). Y
todos los sentimientos cruzados y los mutuos resentimientos.
Y acaso l
problema sicológico y espiritualmente más complejo es el descendiente de
extranjeros, extraña criatura cuya gente viene de Génova o de Toledo, pero cuya
vida ha transcurrido en las pampas argentinas o en las calles de esta ciudad
babilónica. ¿Cuál es la patria de esta criatura’ ¿Cuál es mi patria? Crecimos
bebiendo la nostalgia europea de nuestros padres, oyendo de la tierra lejana,
de sus mitos y cuentos, viendo casi sus montañas y sus mares. Lágrimas de
emoción nos ha caído cuando por primera vez vimos las piedras de Florencia y el
azul del Mediterráneo, sientiendo de pronto que centenares de años y oscuros
antepasados latían misteriosamente en el fondo de nuestras almas. Pero también,
en momentos de soledad en aquellas ciudades, sentimos que nuestra tierra era
ésta, estaba acá en la pampa y en el vasto río, pues la patria no es sino la
infancia, algunos recuerdos de la adolescencia, un árbol o un barrio, una
insignificante calle, un viejo tango en un organito, el silbato de una
locomotora de manicero en una tarde de invierno, el olor (el recuerdo del olor)
de nuestro viejo motor en el molino, un juego de barriletes. ¿Y cómo esta
novela puede ser simple o nítida folklórica o pintoresca?